Quiero compartir contigo la bonita experiencia de Bárbara, una de mis alumnas en los cursos de Fundación Gil Gayarre. Bárbara es madre de dos niñas preciosas, la mayor con discapacidad intelectual. Desde que asistió al curso de Reflexología Infantil y al de Técnica Metamórfica, ha practicado mucho con sus hijas, haciendo partícipes a las niñas de este nuevo hallazgo y despertar, como ella misma define. Pues la pasada semana, Baby, que apenas tiene lenguaje, pero si se comunica mediante gestos y lo que conocemos como lenguaje bimodal, se acercó a su mamá, con el libro de Angeles Hinojosa en la mano, y señaló con su dedito la imagen del pie del bebé, ella sabía exactamente lo que quería, lo que su cuerpo estaba necesitando y se lo pedía convencida a su madre. Cuando su hermana de siete años la oyó le dijo: "Tranquila Baby, que en cuanto termine los deberes, ya te doy yo el masaje". Una historia digna de compartir, en ella vemos las dos vertientes que siempre intento comunicar, los niños "sanos" y los niños "especiales". Todos son niños, cada uno integra la reflexología a su manera, pero todos ellos sienten su maravilloso poder.
Muchas gracias Bárbara, por dejarme compartir tu experiencia.
lunes, 7 de noviembre de 2011
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